Nunca creí que daría el paso de acudir a una terapia, al final lo hice y es lo mejor que he hecho en mucho tiempo porque creía que nadie podría ayudarme a superar el duelo que estaba viviendo.
Yira me ha ayudado a comprender que el pasado no tiene que doler tanto, que de todo lo roto que me sentía por dentro podían salir brotes nuevos y poder ser feliz.
Es una persona maravillosa y una gran profesional que ha sabido escucharme, apoyarme y guiarme en cada momento, nunca dudaré en volver a hablar con ella si lo necesitara.

Tras un tiempo en el que no sabía cómo salir de la angustia que me atormentaba, decidí ir a terapia con Yira. En todo momento me sentí apoyada, escuchada, orientándome para encontrar en mí misma los recursos con los que afrontar la situación y que hasta el momento desconocía. Aprendí a conocerme, a encontrar mis propias estrategias y a valorarme. Yira es una gran profesional, totalmente recomendada. No dudaría en acudir a ella si la volviese a necesitar.

Nunca creí que podría ESTAR BIEN, tener una vida, MI VIDA, gracias a Yira me curé, me encontré bien, me reconocí, acepté y gusté, y pude hacerme cargo de mí y de mi vida. Estudié, conseguí los trabajos que me gustaban, mejoraron muchísimo mis relaciones familiares y de pareja, me ilusioné, emprendí proyectos…y, a veces, cuando flaqueo, me acuerdo de Yira, de sus palabras, sus consejos, su calma, su ayuda, su apoyo, su sostén, y lo aplico, y me siento mejor, y vuelvo a salir.

Fui a varios psicólogos a lo largo de mi vida, con mejores o peores experiencias siempre me parece que es bueno buscar ayuda, sentirse comprendidos. Quizá eso es lo que más disfruté de mi terapia con Yira, su capacidad de no absolutizar nada, que es un gran miedo que uno tiene cuando empieza una nueva terapia y acompañarte en el camino combatiendo miedos. Como una exploración en conjunto en buenos y malos momentos.