Cuando todo es ruido y movimiento.
Cuando las dudas, el miedo, la rabia se hacen presentes en tu vida y no te dejan avanzar.
Cuando parece que has perdido tu foco, tu norte, tu horizonte.
Busca tu centro.
Es ese espacio en tu paisaje interior en el que encuentras refugio.
Tal vez es un sitio al que acudías en tu infancia cuando necesitabas sentirte en paz.
Quizás puedes imaginarte flotando en el líquido amniótico de tu madre, con tus necesidades completamente cubiertas, sintiéndote totalmente a salvo.
A veces es un lugar en el que fuiste muy feliz, al menos por un instante, donde todo fluía con plenitud.
Tu centro es ese espacio donde la serenidad y la seguridad habitan, y siempre está ahí, en tu interior.
Así que te invito a respirar, cierra los ojos y suavemente evoca ese sitio tuyo, íntimo, y déjate mecer.
Yira Labrador.