Busca tu luz.

Qué ocurre cuando afuera hace calor, pero tu interior no para de tiritar de frío.

Cuando afuera hace frío y tus tripas arden.

Cuando la mano que te toca es suave, pero sientes que te araña.

Cuando los gritos los oyes como susurros.

Qué ocurre cuando dices: voy, vamos, anda. Y tus pies no obedecen, se quedan quietos. Nada se mueve.

Cuando te falta el aliento de tanto correr y no hay de donde asirse para parar, el huracán te lleva sin más.

Solo escuchas en tu interior que nada está bien, es el mundo al revés.

Esos mensajes no paran, no cesan de hacer cada vez más ruido, tanto que no sabes quién eres. Te has confundido con los mensajes, con el movimiento sin cesar, con la parálisis, con el dolor, con el miedo, con la ausencia.

Es entonces cuando una pequeña luz reverbera en tu interior. Si prestas atención podrás verla. Es tenue, si, no sabes muy bien dónde está, pero ahí está. Si respiras suavemente, notarás cómo crece sutilmente.

Porque, cómo podrías explicarte que has llegado hasta este momento, con heridas, si, con cicatrices, también, y con esperanza, con fuerza, contigo misma/o.

Piensa: cómo he llegado a sobrevivir a todo lo ocurrido, cómo soy capaz cada día de levantarme y dar el siguiente paso.

Mira con atención esos pequeños gestos cotidianos que te han hecho seguir viva, seguir vivo. Tus pequeñas o grandes estrategias para seguir adelante a pesar de todo. Son tuyas, provienen de una parte de ti que necesita más luz.

La vida es un minuto tras otro, un momento tras otro. Una respiración tras otra. Una decisión tras otra. Pon el foco ahí. En lo pequeño. En lo sutil.

Busca tu luz. Siempre está contigo. Esperando que la tomes y la hagas crecer.

Yira Labrador Castro

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